Encuentro voluptuoso de la vainilla y del vetiver en una nueva esencia oriental amaderada y solar. La pasionaria, o flor de la pasión, aporta una luminosidad exótica reforzada por la calidez solar del jazmín Sambac. Una obra a cuatro manos de los perfumistas Annick Menardo y Thierry Wasser (Firmenich).